Cuando echo la vista atrás veo lo bueno y lo malo que me ha llevado hasta donde estoy y la verdad, estoy muy orgullosa de ambas cosas por igual, lo bueno me ha servido para no desistir a pesar de las piedras en el camino y lo malo para seguir luchando por lo que creo que es justo con más fuerza si cabe, me gustan los retos y sé que nunca se me caerán los anillos por trabajar, que al final es lo imprescindible para conseguir metas y en este caso la meta es mirar hacia el futuro con un Ibi moderno, próspero y vanguardista pero conservador de su historia, cultura y patrimonio, ambas cosas serán los pilares de nuestro programa.
Soy de esas personas inconformistas que piensan que todo es mejorable, pero que nada mejora solo, es muy fácil quejarse de lo que está mal desde el sofá de casa, pero creo que, si de verdad quieres aportar debes implicarte, hacerlo desde dentro y en política, sobre todo, mojarte. Por eso durante la pandemia y en aras de mejorar mis capacidades di el paso de hacer el acceso a la universidad para mayores de 40 y hoy en día me encuentro sacándome la carrera de Ciencias Políticas y de la Administración, a la par que trabajando en una empresa muy conocida de Ibi y por supuesto criando a una maravillosa hija de 9 años… (Me van a hablar de conciliación a mi).